El cuchillo fue el primero de los elementos que se incorporó en la cubertería moderna en la Edad Media.
La leyenda atribuye la aparición del cuchillo de mesa como tal al cardenal Richelieu en el año 1630, quien mandó eliminar las puntas de los cuchillos de su casa ya que los comensales lo utilizaban igual para la guerra que como mondadientes. Reyes como Carlos III de España prohibían el uso del cuchillo en la vía pública, con lo que la diferencia entre arma y útil de cocina quedaba resuelta.
En el siglo XIX, “siglo de oro” del cuchillo, aparecieron la mayoría de cuchillos y navajas que se conocen en la actualidad y numerosas ciudades se especializaron en la construcción de cuchillo como Solingen en Alemania o Albacete en España. A partir de este siglo y sobre todo en el siglo XX, la aparición de nuevos materiales y procesos de fabricación se incorporaron en la fabricación de cuchillos.
La cuchara tiene orígenes poco precisos, quizás las primeras cucharas fueron conchas de moluscos utilizadas por el hombre primitivo quien ya en el paleolítico fabricaba cucharas de madera o hueso. Miles de años más tarde, en Mesopotamia y Egipto las cucharas eran creadas con mangos tallados. Muchas de esas cucharas tenían una función para diversas actividades médicas o ceremoniales.
El término cuchara proviene de la antigua Roma, donde existía un utensilio denominado cochlea. Su mango delgado permitía pinchar trozos de comida, haciendo también de tenedor.
Practicamente hasta el siglo XIX la cuchara, junto con el cuchillo, era el único instrumento utilizado en las comidas y su fabricación era casi exclusivamente de madera para las clases menos pudientes. A partir de este siglo, la fabricación industrial desarrollo piezas de diferentes materiales. Desde el siglo XIV adquirieron la forma actual, ya que antes eran bastante planas.
La historia del tenedor es, sin embargo, relativamente reciente. Anteriormente la gente comía con las manos. Incluso existían tratados de buenas maneras en la mesa en las que se instaba a usar tres dedos para tocar la comida, dejando el meñique y el anular sin utilizar.
El tenedor llegó a principios del siglo XI a Venecia desde Constantinopla de la mano de Teodora, hija del emperador de Bizancio. Pero su uso se consideró escandaloso y un “instrumento diabólico” que ofendía a Dios. Detrás de ello se encontraba la inhabilidad de los comensales para comer tallarines con semejante instrumento, teniendo en cuenta además que los tenedores de la época eran planos y con dos puntas, por tanto mucho más difíciles de manejar. De esta forma, el tenedor desapareció de Europa por más de 300 años hasta que Catalina de Médici, en su boda con Enrigue II de Francia, lo puso de moda en la corte francesa en 1533.
La forma del tenedor ha estado sujeta a varios cambios. De ser un solo pincho, paso a tener dos puntas. En el siglo XVII se generalizó la tercera punta. En Italia se añadió la cuarta punta para adaptarla a la comida de spaguetti. Finalmente, a comienzos del siglo XVIII, el tenedor que conocemos actualmente, fue desarrollado en Alemania.
El uso del tenedor se generaliza en el siglo XVIII y sobre todo en el XIX gracias a la producción en masa y la invención de la galvanoplastia, que pusieron los tenedores de metal al alcance de las nuevas clases medias que deseaban imitar a la nobleza.
Las cuberterías han seguido un camino paralelo a otras facetas de la producción humana, pasando de ser objetos sencillos y modestos a estar decorados con el gusto de cada época.
Artículos que nos hablarán de la historia de la hostelería y sus curiosidades.
¿Desde cuando comemos con cubiertos?, ¿Sabía que Richelié fue el primero en utilizar el cuchillo de mesa?...
Sepa como prolongar la vida de su menaje y que esté como el primer día.
Artículos de interés general sobre el lavado y cuidado de su porcelana, cristal, cubertería, etc.
Principales respuestas a las preguntas más frecuentes relacionadas con productos de hostelería.
Envíenos su con su consulta por e-mail y será respondida por uno de nuestros expertos en el tema.
Marca: BOJ
Descapsulador embutido. Disponible en varios colores.
Marca: APS
Este cuenco destaca por su diseño distintivo: su exterior rizada o acanalada le confiere un aspecto encantador, recordándo a un molde para magdalenas o una cesta.
Marca: Cambro
Tapa FlipLid con bisagra y muesca para cubetas Gastronorm de policarbonato. Transparente.
Marca: APS
APS. Jarras zumo. 60% acrílico, 40% poliestireno. Con tubo para hielo picado.
Marca: Lacor
Espátula perforada inox.
Marca: Lacor
Nylon. Máx. 210ºC.
Marca: Alexalo
PVC engomado. Para servilletas de hasta 40x40 cm.
Marca: ZWIESEL
Vasos de 40 y 57 cl transparentes o en 6 colores diferentes.
Marca: Robot Coupe
Incluye cuchilla lisa. No incluye discos (Mini). Un bloque motor, dos funciones. Pica, tritura, emulsiona, amasa y ralla, corta en rodajas, bastoncillos y en juliana.
Marca: RAK
Plato hondo de Ø29 o Ø23 cm perteneciente a la serie WHITE GOLD, que con sus curvas barrocas, hace gala de un aspecto principesco.
Marca: RAK
Cafetera Banquet
Marca: RAK
Inspirado en materiales minerales. Cada pieza posee la solidez de la porcelana y la apariencia de la cerámica gracias a un esmalte ultraresistente y no poroso pulverizado a mano.
Marca: Lacor
Bol Inox Ø 21cm y 1,5 L extraíble y con marcas de llenado.
Marca: ZOWN classic
Mesa plegable de altura ajustable a 4 posiciones (74,3 cm, 85,1 cm, 90,2 cm o 94,3 cm). En las posiciones altas ideal como superficie de trabajo. Sistema de unión longitudinal.
Marca: GI.METAL
Cortapizzas con hoja de acero inoxidable desmontable y mango de plástico.
Marca: Garcima
Cazuela esmaltada con asas de Garcima, apta para todo tipo de cocinas y horno. Perfecta para todas tus recetas: mantiene el sabor y la textura original de los alimentos.
Marca: GI.METAL
Espátula flexible de acero inoxidable y mango de nailon.
Marca: RAK
Cada pieza posee la solidez de la porcelana y la apariencia de la cerámica gracias a un esmalte ultraresistente y no poroso pulverizado a mano. Inspirado en materiales minerales.
Marca: JAY
Espesor 1,8 mm. Acero Inoxidable.
Marca: Bourgeat
Encajables. Ahorran un 80% de espacio al encajarlos en vacío. Carga máxima 200 Kg.